El bou
En las fiestas de Corpus de Vic del s.XVII existía un buey de madera, símbolo de San Lucas evangelista.
Esta figura testimonial tenía la función de abrir paso entre la comitiva con petardos, cohetes, bailes y escupiendo fuego.
Entre los años 1832 y 1852 el Buey y la Cabeza de Llúpia compartieron las tareas de abrir paso a los gigantes, una tradición muy arraigada entre la ciudadanía vigatana. La Mulassa, que era muy popular entre los niños, era toreado por los niños, emulando así la fuerte tradición de correbous que existía en la ciudad. A pesar de la posterior desaparición de la Mulassa, pervivió uno de propiedad particular que se alquilaba por horas.
En el año 2007 durante el Mercado Medieval de Vic se recuperó la figura de la Mulassa y actualmente participa en las salidas de Fiesta Mayor y Corpus.
La Mulassa es llevado por la comparsa de los portadores de la Mulassa.